Por Andreína González 

Los procesos de compra y venta de propiedades conllevan una gran cantidad de trámites para concretar dicha operación por lo que, además de ser necesario tiempo y dedicación, también los es estar informado de todos los documentos que puedan ser requeridos en estas operaciones. 

Uno de estos documentos, en el caso de una compraventa, es la escritura pública, el cual, según el portal housell.com, es aquel que otorga seguridad jurídica al comprador y al vendedor cuando se traspasa un inmueble, inscribiéndolo en el registro de propiedad. Notar que sólo la inscripción en el conservador de bienes raíces, certifica el traspaso del dominio del inmueble al nuevo dueño y no la firma de la escritura.

En este proceso, el papel de un Notario es esencial, ya que será quién retenga el pago del precio de compra, quedándose con el mismo hasta que se compruebe que el inmueble quede inscrito y se certifique que no tenga ningún gravamen o hipotecas. Después de que las partes involucradas constaten ambos requerimientos, se procede a hacerle entrega del pago al vendedor.

En caso de surgir algún problema en la inscripción de la propiedad en el Conservador de Bienes Raíces correspondiente, las partes deberán dejar sin efecto el contrato de compraventa, a través de una escritura pública de resciliación, en la que el Notario tendrá que devolver al comprador los valores o documentos que estén en su poder, así como devolver al vendedor, si es el caso, la parte del precio que hubiere recibido.

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Fuente y noticia completa: acop.cl